El nuevo espacio para la Escuela de baile, Lindy Hop, ha sido un proyecto, de rehabilitación, en el que se ha respetado la historia del edificio, de más de 100 años, y evitando incorporar elementos nuevos que fuesen innecesarios.
Anteriormente el local había albergado una panificadora y un almacén logístico para restauración. Llevaba muchos años cerrado, casi abandonado.
El nuevo programa se ha adaptado a los espacios existentes y estructura de muros de carga. Con lo que se ha conseguido reducir la obra al mínimo: 2 tabiques separadores, un muro de cerramiento para crear un patio y la configuración de aseos y vestuarios. Pocos elementos que resuelven perfectamente el funcionamiento de la escuela.
El interiorismo no ha querido enmascarar las huellas del tiempo: los mismos suelos, paredes y estructura, con sus defectos y cicatrices. Han sido la base del esquema decorativo. Incluso parte del mobiliario y equipamiento actual que ha construido aprovechando materiales del derribo: vigas y tarima de madera de un altillo…
El resultado final es un espacio que se ajusta a las necesidades de la escuela. Que algunos etiquetarían como diseño “LOW COST”, tan de moda tras la crisis. Para nosotros el resultado final viene determinado por la metodología de proyecto, que ajustamos para cada encargo. En este caso: queríamos hacer #MuchoConPoco; crear rincones que rezumaran historia y espacios que permitieran relacionarse a los usuarios más allá de las clases de baile.
Step Step Triple Step
Interiorismo, Rehabilitación