CASA EN FORMENTERA, LA CASA SIN PAREDES
El verano pasado (2017) decidí ir a visitar a un buen amigo, que ahora vive en Formentera. Se compró un barco hace, más o menos, un año y se tiró todo el invierno reparándolo. Así que llegó el verano y había que ir a visitarlo. Yo tenía varios motivos para ir a Formentera, el primero de ellos ya lo he dicho – ver a Tx y conocer su barco -.
Mi segundo motivo: recordar. Yo pasé gran parte de los veranos de mi infancia en Formentera, fondeado en sus calas y playas y en las de su isla vecina, Espalmador. Mi padre compró un barco, de segunda mano, en el año 1980 cuando yo solo tenía 6 añitos. O fue en el 81 y tenía 7, creo que tampoco importa mucho. Y a partir de ese momento todos los meses de agosto se convirtieron en una pequeña, gran, aventura. En realidad, para mí y mi hermana eran viajes épicos. Solíamos zarpar poco después de medianoche, los dos dormíamos y nos despertábamos al amanecer en medio de la inmensidad, sin tierra a la vista. Os puedo asegurar que la sensación era maravillosa, era una gran aventura!! En compañía de tus padres, de sus amigos y comida para pasar un mes, que más podíamos pedir? Ver delfines, tortugas, ser abordados por la Guardacostas, pescar atunes al curricán y todo lo que se cruzara en nuestro camino. Lo queríamos pescar todo.
Ver Es Vedrá, esa maravillosa cabeza de dragón que emerge del fondo del mar, significaba el final de la inmensidad. Casi habíamos llegado a nuestro destino: de aguas cristalinas, de azules imposibles, de silencio, soledad y libertad. Hablamos de principio de los ochenta.
Y el tercer motivo, era ayudar a Tx con la casa que quería construir…
El proyecto que os presentamos está impregnado de todos esos recuerdos, que os acabamos de contar. Que Tx ha despertado en mi interior, y han tomado el relevo de mi infancia.
Un pequeño terreno en Es Cap, con una construcción de 4 x 4 m2. Es el punto de partida del nuevo capítulo de la vida de Tx, que se está escribiendo en Formentera.
La normativa en Formentera es muy restrictiva, si quieres construir una casa de 100 m2, necesitas un terreno de 14.000 m2. Algo que está al alcance de muy pocos si conoces los precios que se manejan por la isla. Por lo que es más sencillo buscar algo construido y ampliarlo. Pero no se puede construir!!
Así surgió la idea de “la casa sin paredes”, todo lo que se hiciese tenía que evitar ser confundido con muros para no tener problemas con las autoridades. Lo podemos denominar: chamizo, sombrajo, refugio, chiringuito. Eso es! Algo efímero, que permita a Tx vivir unos años en la isla. Y del mismo modo se actuó a la hora de elegir materiales y diseñar los espacios. También se intentó reducir la superficie intervenida al mínimo, respeto absoluto por la naturaleza. El día que se mude no quedará rastro de su paso por la isla. Como una huella a la orilla del mar, así es Tx. Y así será su casa de Formentera: un dormitorio con varias camas, una cocina, un cuarto de baño y una gran mesa para disfrutar de la compañía de sus amigos. No necesita más.
Arquitectura, Paisajismo